Relato 2: Muda.
LlovĂa fuera y ella no paraba de mirar por la ventana, muda. Las gotas de lluvia, las nubes descargando todo lo que tienen dentro, explotando. Le encantarĂa poder hacer eso, poder sacar todo lo que lleva callando para sĂ desde que era tan alta como su mesilla de noche, aquella que la habĂa visto llorar, sonreĂr, pensar... Parece mentira que, a dĂa de hoy, sĂłlo puedan acompañarnos durante muchos años nuestras pertenencias, simples objetos.¿Las personas tambiĂ©n? Pobres incrĂ©dulos. Aquella niñita de diecisiete años sabĂa con exactitud, y mejor que todos vosotros, que las personas eran simplemente pasajeras. No puedes esperar que se queden para siempre en tu vida. "Para siempre", vaya dos palabras acabo de soltar. Vaya mentira. ¿De verdad os creĂ©is los para siempre que vĂ©is, que decĂs? No, claro que no. Es una mentira temporal, es sĂłlo para dar la seguridad que necesita la gente y, me atreverĂa a decir, que necesitamos nosotros mismos. Sin seguridad, sin estabilidad, ¿cĂłmo Ăbamos a sentirnos bien? Nos lo llevan enseñando desde que nacemos. Orden, no caos. Lo que no comprendemos, y que serĂa de grandĂsima ayuda para todos hacerlo, es que vivimos en un enorme caos, pero sobrellevable. Un caos que sĂłlo puede vivir uniĂ©ndose con otros caos diferentes. Que se complementan todos entre sĂ. Pero caos, no orden.
SeguĂan intentando hacer una carrera las gotas de agua unas con otras. Al final se perdĂan siempre, se unĂan y acababan formando otras diferentes que tienen parte de otras muchas. Y volvĂan más. Se juntaban, se separaban, y la niña no paraba de darle vueltas a todo lo que tenĂa dentro y que no podĂa sacarlo porque, amigos mĂos, nadie iba a entenderlo. O sĂ, pero no se atrevĂa a arriesgarse. Eso de quien no arriesga no gana era totalmente falso para ella. No lo creĂa. Y no lo hacĂa porque ya lo habĂa probado, porque lo habĂa experimentado, porque no habĂa resultado cierto. AprendiĂł a observar a la gente, a analizar sus modos de vida, a reconocerlos. AprendiĂł que no podĂa confiar en ninguna otra persona más que en ella. Porque la gente sĂłlo defrauda, tarde o temprano, en mayor o en menor medida, pero siempre defrauda. Hasta ella misma sabĂa que defraudarĂa a los suyos en algĂşn momento aunque no lo quisiese. Era y es inevitable por mucho que queramos contradecirlo.
Se daba cada vez más cuenta de cĂłmo funcionaba el mundo en ese entonces, se daba cuenta de la verdad. O eso querĂa ella con todo su ser. Quizás deberĂa dejar de pensar tanto en lo que hacer y, simplemente, hacerlo. ¿Caos? Quizás deberĂa dejar de intentar buscar la verdad y dejar que la verdad la encontrara ella. O vivir en la ignorancia. Alguien decĂa que la felicidad era el no saber, el ignorar. ¿DeberĂa la niña hacerle caso?
¿DeberĂa perderse a ella misma para, asĂ, encontrarse?
Carreras... ¿las prisas traen algo bueno realmente? Mi madre siempre me dice: 'quien mucho corre, pronto se para' pero hay mucha gente que tira al suelo por llegar el primero. QuĂ© triste es ver a nuestra sociedad tan egocĂ©ntrica, tan hipĂłcrita. Tanto como aquellas dos caras de la moneda que tanto me ponĂas. No pensáis en nadie, no os importa el daño que hacĂ©is, no os duele ser asĂ. Creo que eso es lo más triste de todo.
Mientras tanto, yo estaré callada observando como todo pasa, cambia, vuelve o se va. Estaré ahà en ese lugar donde los invisibles como yo estamos cómodos. Seguiré, muda, esperando la oportunidad de mi vida.
Hola!
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato y el mensaje que contiene aunque no este del todo de acuerdo con Ă©l.
Creo que indudablemente defraudar a los demás y que nos defrauden es parte de la vida, pero ¿quien dice que tiene que ser siempre malo? Soy una fĂ©rrea defensora de que aquello que duele acaba por forjar la persona que algĂşn dĂa seremos, de que aquello que nos daña no es más que el aprendizaje continuo de la vida. Duele, hace daño al principio pero al final, nos hace aprender de la vida.
Un beso!!
¡MuchĂsimas gracias por el comentario y por la opiniĂłn! TambiĂ©n pienso que el dolor nos forma como personas y nos hace aprender pero me apetecĂa centrarme en el dolor esta vez. Todo son etapas y enfoques distintos. Igualmente, me ha alegrado mucho tu comentario.
Eliminar¡Un abrazo!
¡Hola! Que bello relato. Si, hay personas que no estan destinadas a estaren nuestras vidas "para siempre"y es muy triste cuando no estamos preparados para dejarlas ir.
ResponderEliminarEn mi blog habrá posts todos los dĂas por este mes, espero verte por alguna, un beso enorme, nos leemos :)
¡MuchĂsimas gracias por pasarte y comentar! Y sĂ, es triste no estar preparada para dejar ir, pero es ley de vida...
EliminarAhora mismo voy a seguirte y seguro que me ves por tus comentarios. Un abrazo.